Casino Royale: a cinco años de la tragedia.

Contraportada // Redacción

A cinco años  de la tragedia del Casino Royal en Monterrey, Nuevo León sigue recordando a las 52 víctimas mortales del atentado, considerado hasta el momento como el más  grande  por parte de la  delincuencia organizada contra la población civil.

Fue el  25 de  Agosto del 2011 cuando un grupo de hombres armados  vinculados según las autoridades con el grupo delictivo de los Zetas, quienes a bordo de varios vehículos arribaron al medio día a la casa de apuestas rociando galones de gasolina tanto en el exterior como en el interior sin importar que en el lugar se encontraban clientes y trabajadores, para después prender fuego y huir del lugar.

Dentro del casino Royale la alfombra, maquinas, cielo falso  y demás mobiliario ocasiono que en cuestión de segundos el fuego consumiera todo el lugar, impidiendo a quienes se encontraban al interior huir para resguardarse de siniestro.

Algunas personas pudieron comunicarse vía telefónica con sus familiares para avisarles de lo ocurrido sin imaginar que esa sería la última ocasión en la que hablarían con sus seres queridos.

Todo ocurrió en cuestión de minutos como lo tenían planeado los agresores y todo por que presuntamente el negocio se había negado a pagar $130 mil pesos mensuales por derecho de piso a la delincuencia, lo que al final término por pasar la factura a 52 familias ajenas al conflicto y que a cuatro años de los hechos aun reviven esta amarga experiencia.

En un principio se hablaba solo de cuatro muertos por que el primer reporte fue que una granada había sido arrojada a la entrada del Casino Royale, sin embargo cuando los cuerpos  de auxilio se dirigían a lugar se aprecio una gran columna de humo que fácilmente se observaba a varios kilómetros de distancia, lo que advertía se trataba de una  tragedia mucho mayor.

Conforme pasaba el tiempo  la cifra de muertos  se incrementaba lo que fue llamando la atención de los medios nacionales  e internacionales, sin embargo el momento más crítico para los rescatistas fue cuando al abrir una de las  puertas de las oficinas se encontraron 20 cuerpos todos intoxicados por monóxido de carbono, ya que al intentar resguardarse de las llamas se encerraron pero el denso humo termino por provocar su muerte, arrojando la cifra total de 52 personas sin vida, entre ellas un embarazada.

La tragedia provoco que al día siguiente, el 26 de Agosto el entonces presidente de  México Felipe Calderón se trasladara a Monterrey y declarara luto nacional y a su vez ordenara un operativo a través de la secretaría de hacienda y la  Procuraduría General de la republica (PGR) a todos los casinos, pues se había detectado  que el casino Royale operaba de manera irregular, al igual que muchos otros en el estado de Nuevo León.

Debido a la magnitud de los hechos las autoridades en cuestión de horas obtuvieron evidencias de lo ocurrido e identificaron a los autores materiales entre los cuales se encontraba un policía estatal, que al ser detenido por la Policía Federal fue identificado como Miguel Ángel Barraza Escamilla y quién dio información acerca de sus cómplices así como de los autores materiales, quienes la mayoría terminaron por ser detenidos y sentenciados hasta en 100 y 75 años de  prisión aunque por ley solo pueden aplicar 60 años como máximo en prisión.

Mientras que tres familiares del policía estatal detenido, fueron ejecutados al interior de su domicilio por la delincuencia organizada, ya que éste delato a los demás cómplices.

Mientras que los autores intelectuales  del atentado fueron identificados como Francisco Medina Mejía alias “El Quemado” el líder de la célula y abatido en un enfrentamiento con el Ejército Mexicano.

Asi como Baltazar Saucedo Estrada alias el “Mata Perros” o “El MP”,  Jorge Alberto Loera Rodríguez alias “El Voltaje”, Jorge Carlos Alberto Alejandro Reyes alias “El Toro”, “Toruño” o “ El Tolo”, todos ellos detenidos meses después del ataque al Casino.

Sin embargo hasta la fecha no ha sido detenido el dueño del Casino Raúl Rocha Cantu,  quien huyo a Estados Unidos tras el atentado al Royale.

Dos años después el 21 de Agosto del 2013 el apoderado de la empresa Entertainment Enterprises of México, S.A. de C.V., propietario del Casino Royale, Enrique Cárdenas, dio a conocer que se entregaría una indemnización a los deudos de las 52 víctimas por un total de 5 millones de pesos, lo que fue consideraron una burla por los afectados ya que a cada familia le toco poco mas de 96 mil pesos.

Pero a pesar de que solo pocas personas lograron escapar del fuego, las autoridades determinaron que el lugar si cumplía con las  normas de seguridad.