Personas con discapacidad “Clausuran” rampa del Museo de Historia Mexicana

Contraportada // Redacción

La tarde del sábado, representantes del Movimiento por la Visibilidad de la Discapacidad de Nuevo León, se concentraron en la entrada principal del Museo de Historia Mexicana, donde “clausuraron” simbólicamente la rampa de acceso para personas en silla de ruedas o con movilidad reducida junto a la escalinata principal, debido a que inclumple varios lineamientos de Accesibilidad y Diseño Universal para que sus usuarios puedan usarla de manera autónoma y segura, aún con asistencia, debido a su prolongada longitud, su inclinada pendiente, y la superficie derrapante.

“La rampa mide 23.3 metros y no tiene ningún descanso, cuando normativas nacionales e internacionales señalan que deberían existir cada 10 metros, como máximo”, mencionó.

Víctor Esparza, integrante del Colectivo. “Incluso el Reglamento de Accesibilidad de Monterrey. del 2007, estableció que debe haberlo cada 20 metros, un despropósito según las consideraciones actuales de accesibilidad. Pues ni así cumpliría”, recalcó.

Esparza mencionó que no porque la construcción del recinto date de 1994 deben ser ignorados los ajustes razonables para que el acceso al espacio cultural sea digno e igualitario; y si bien en el interior hay adecuaciones pertinentes y óptimas, el que la entrada no lo sea lo vuelve desafortunadamente un símbolo de exclusión y discriminación, sin dejar de lado el latente riesgo físico de quienes necesariamente la utilizan.

Patricia Martínez, integrante del Colectivo y usuaria de ruedas, manifestó que el grado de inclinación es demasiado, y la bajada es muy riesgosa por el “vuelo” que puede tomar la silla debido a la gravedad. Carlos Aguirre, también integrante y usuario de andador para movilizarse, expresó su cansancio y el que el andador no tenía amarre a la superficie, que literalmente es cemento con rayas a manera de “antiderrape”, sin efecto alguno.

“El que haya rampas en la infraestructura urbana no equivale a que sirvan, ni que las podamos usar de manera autónoma. Aunque haya buena voluntad, si no están hechas con el diseño universal para usarse por las personas con discapacidad y movilidad reducida de manera digna y con autonomía, se vuelven inservibles”, agregó Esparza en el momento que el Colectivo procedió a la clausura simbólica de la rampa del Museo a manera de reclamo.

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