El oso negro, un centinela de enfermedades en el humano

Contraportada // Eduardo Rodríguez Palacios

¿Te imaginas al oso negro ayudando a alertar de diversas enfermedades que pueden perjudicar la salud del ser humano? Esto es posible gracias a las condiciones y cualidades biológicas de este animal.

Debido a que en la cadena alimenticia se encuentra en el primer lugar y consume otras especies; sus largos desplazamientos en su hábitat; su larga vida; y su interacción con humanos, entre otras características, son algunas de las ventajas que ofrece este animal para ser estudiado y conocer qué patógenos (agentes infecciosos) puede portar y que, dado el caso, pueden ser transmitidos al humano.

“En los últimos años, se han utilizado especies como una alerta temprana de problemas de salud pública, porque hay muchos patógenos en el ambiente, en los suelos y que incluso sus ciclos de vida involucran a varias especies u organismos, y uno de ellos es el oso”, explica el especialista de la Universidad Autónoma de Nuevo León Rogelio Carrera Treviño.

Incluso, además del oso, se pueden usar otras especies como centinelas, entre ellas, las zarigüeyas, el mapache y los coyotes, ya que ellos también pueden indicar la presencia de enfermedades.

¿De qué enfermedades nos puede alertar?

La rickettsia es una enfermedad que se ha encontrado con frecuencia en el oso negro y es de importancia para la salud humana.

“El oso es portador de garrapatas y cuando se las hemos extraído, nos hemos sorprendido de la gran cantidad de patógenos que estamos encontrando en ellas; sin embargo, nos hemos enfocado en la prevalencia de la rickettsia.

“Está documentado en el norte de México que esta enfermedad causa la muerte en humanos todos los años. Y la rickettsia, parte de su ciclo de vida, involucra a las garrapatas, y la enfermedad puede transmitirse entre mascotas, personas y en animales silvestres”, detalla el también Coordinador del Laboratorio de Fauna Silvestre de la UANL.

De acuerdo con el investigador de la Universidad Autónoma de Nuevo León, la borrelia es otra enfermedad de la que el oso negro puede alertar, ya que también es transmitida por garrapatas.

¿Cómo analizan al oso negro?

Para estudiar más a detalle las enfermedades que puedan surgir de los patógenos que porte el oso, los especialistas de la UANL le toman las siguientes muestras:

  1. Sangre.
  2. Excremento.
  3. Garrapatas.
  4. Pelo.
  5. A través de cotonetes, “raspan” los ojos, nariz y genitales del oso para cultivar las muestras en el laboratorio y saber qué tipo de microorganismos viven en él.

FOTO: Efraín Aldama Villa

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