Presa de Brumadinho en Brasil: al menos 11 muertos y 400 desaparecidos tras la rotura de un dique

Contraportada // Redacción

Brasil vive la repetición de una catástrofe humana y ambiental ya conocida. De nuevo, la presa de residuos de una mina cedió, creando un descomunal río de lodos que arrasó todo lo que encontró a su paso, incluido el comedor de los trabajadores de la instalación. Lenilda, la esposa de Carlos Diniz, trabajaba en la cantina y es una de los 345 empleados a los que nadie ha logrado contactar desde el viernes. “Los compañeros me contaron que, a la hora de la rotura, ella salió corriendo, pero el lodo le atrapó las piernas”, relata Diniz este sábado ante el centro de operaciones instalado en una universidad de Brumadinho, municipio en el que se ha producido la tragedia. Se desconoce qué originó la rotura del dique de la explotación minera, operada por la empresa Vale.

Un suceso similar hace tres años, en una instalación cercana, también en el Estado minero de Minas Gerais y en la que también operaba la misma compañía minera, causó la mayor catástrofe ambiental del país sudamericano

Diniz, que trabaja desde hace 20 años en tareas de mantenimiento de Vale (la mayor compañía minera de Brasil) es uno de las decenas de familiares que buscan información. Su turno empezaba a las cuatro de la tarde, poco después de que la presa se derrumbara. “La última vez que vi a mi mujer fue por la mañana antes de que ella saliera a la mina. Mis hijas no dejan de preguntar por la madre”, explica con ojos mareados. Supuestamente había un sistema de alarma pero existen dudas de si funcionó. A Diniz los colegas a los que ha consultado le dicen que no. “Conversé con muchas personas y nadie oyó la sirena de alarma “, explica. Las instalaciones tenían los permisos pertinentes en regla, según la secretaria de Medio Ambiente de Minas Gerais.

El gobernador de Minas Gerais, Romeu Zema, es pesimista. “Desgraciadamente, las probabilidades de encontrar supervivientes son mínimas en este punto. Seguramente solo rescataremos cadáveres” ha declarado. El panorama es desolador. Un mar de lodo rojizo ha inundado una enorme extensión.

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